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Col·legi d'advocats
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Información histórica
El Colegio de Abogados de Barcelona fue constituido por cédula real el 17 de enero de 1833. Tiene su sede actual en el Palacio Casades, sito en la calle de Mallorca, número 283. Este inmueble es un edificio construido en estilo clásico entre 1883-85 por el arquitecto Antoni Serra i Pujals y remodelado y ampliado en diferentes fases (1922 y 1950-53). El conjunto está formado por dos edificios diferentes. Por un lado, el palacio original, la fachada del cual da a la calle de Mallorca, se abre al antiguo jardín. Se trata de un edificio de planta rectangular, con un patio central cubierto por una claraboya al cual se abren la planta baja y las dos plantas superiores.
Por otro lado, la ampliación arquitectónica del siglo XX se inspira en la obra original y replica la fachada de la calle de Mallorca en la calle Roger de Llúria, uniéndolas en un frontis angular coronado por esculturas. Este frontis se encuentra retrasado respecto al perímetro del conjunto, permitiendo la instalación de unos parterres con fuentes y plantas. Se trata de una solución atípica y única en la trama urbana de esquinas de l’Eixample barcelonés.
Por otro lado, la ampliación arquitectónica del siglo XX se inspira en la obra original y replica la fachada de la calle de Mallorca en la calle Roger de Llúria, uniéndolas en un frontis angular coronado por esculturas. Este frontis se encuentra retrasado respecto al perímetro del conjunto, permitiendo la instalación de unos parterres con fuentes y plantas. Se trata de una solución atípica y única en la trama urbana de esquinas de l’Eixample barcelonés.
Para conocer mejor la zona
El principal atractivo turístico de la zona es, sin duda, la Casa Milà o Pedrera, singular obra del arquitecto de Reus Antoni Gaudí ubicada en la esquina del Paseo de Gracia con la calle Provença. Se trata de una de las obras más representativas del estilo modernista, construida entre los años 1906 y 1910. Fue un encargo personal del matrimonio Pere Milà y Roser Segimon, en la cual Gaudí contó con la colaboración de dos de sus ayudantes: Domènec Sugrañes y Josep Canaleta. La fachada ondulada, en la cual destacan especialmente los balcones forjados de hierro, el patio interior y la escalera, así como la azotea sembrada de chimeneas, son algunos de los rincones más interesantes de la Pedrera. El inmueble fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, y en 1986 fue adquirido por una entidad bancaria que la restauró. Actualmente, además del edificio propiamente dicho, también se pueden visitar exposiciones temporales y el Espacio Gaudí, una exposición permanente dedicada a la vida y obra del arquitecto. Como curiosidad, en el inmueble todavía viven familias que tienen que convivir resignadamente con el alud de visitantes locales y turistas.
MAPA